Vermut
Guía completa sobre el vermut
Hoy venimos a hablarte de esta bebida tan conocida y que tanta presencia tiene en nuestra cultura, especialmente los fines de semana a partir de las 13:00.
En efecto, el vermut o vermú, está presente allá donde estemos tomando un aperitivo ya que es una bebida dulce, refrescante y que va genial con algunos de los aperitivos que más nos gustan a los españoles.
Con esta guía completa conocerás qué es, cuál es su origen, que ingredientes tiene, cómo se elabora, que tipos de vermut existen, que tipos de vaso se utilizan más, qué beneficios aporta, las diferentes formas de tomarlo que hay y algunos de los aperitivos más recomendados para acompañarlo.
No te lo pierdas, porque después de leer esta entrada te vas a convertir en un experto del vermut.
Comenzamos!
¿Qué es vermut?
El vermut o vermú, es un vino aromatizado con diferentes hierbas y especias aromáticas, que proporciona una mezcla equilibrada entre dulce y amargo.
Combina el vino, el ajenjo, hierbas, raíces, cortezas, flores, frutas y otras especias.
Es típicamente europeo, suele tomarse durante el cóctel o el aperitivo y tiene una graduación que varía entre los 15 y 22 grados.
El origen de la palabra vermut
La palabra vermut tiene su origen en Alemania (wermut) y significa ajenjo, el ingrediente principal de esta bebida alcohólica.
¿Vermut o vermú?
Vermú. Es la acepción que se encuentra en el diccionario de la Real Academia Española.
Vermut o vermouth son las adaptaciones francesas al término alemán pero solo la primera es correcta en español.
Origen del vermut
Según un relato, fue inventado por Hipócrates (médico y filósofo griego) cuando puso a macerar en vino hojas de díctamo junto con flores de ajenjo, obteniendo durante lo que en la Edad Media recibió el nombre de “vino hipocrático” o “vino de hierbas”.
- Ajenjo. Es una planta aromática que le aportaba ese gusto amargo tan característico. Era utilizada para combatir los problemas del mal aliento y falta de apetito. Es un botánico esencial en la absenta y a día de hoy se una en diferentes vermuts. Da el nombre a la bebida, ya que ajenjo en germánico es “wermut”.
- Díctamo. Se trata de una hierba medicinal usada sobre todo como antídoto contra diferentes venenos.
Influencia italiana
Fue a partir del siglo XVIII, con la llegada de la nueva tecnología, cuando el vino aromatizado alcanzó una nueva dimensión en su productividad, en la que destacó especialmente la experiencia de los pioneros piamonteses.
Los orígenes del vermut como lo conocemos son italianos y sin olvidar los avances que tuvieron distintos a médicos y científicos con recetas varias, debemos centrarnos en Carpano (Antonio Benedetto Carpano) un tabernero de Turín del año 1786, que comenzó a macerar los vinos con ajenjo, cáscara de naranja, quinina o canela, de color rojizo, y que de manera industrial se aventuró a producir su brebaje para vender a su clientela.
Fue en 1838, cuando su preparación adquirió el carácter de industrial, gracias a los hermanos Luigi y Giuseppe Cora.
Poco a poco comenzaron a nacer las primeras marcas italianas como Cinzano o Martini.
Posteriormente, esta bebida llegó a Francia donde se elaboraba vermut blanco. Durante muchos años se consideraba vermut italiano al rojo y vermut francés al blanco.
El vermut en España
Para hablar del origen del vermut en España debemos comenzar por la ciudad de Reus, capital de los destilados durante muchos años. Aunque hay cierta controversia con respecto al origen del vermut en España.
Se habla de que el origen de vermut en España data de 1870 con la marca Punt e Mes, aunque existen datos de que sobre la misma época el origen del vermut se da en la zona de Huelva, donde la bodega Diezmo Nuevo de Moguer elaboraba vermut antes que su famoso vino de naranja, el cual tiene una receta que data del año 1870.
Cabe destacar el vermut Yzaguirre, del año 1884.
Ingredientes del vermut
Vino
El vino es la base (al menos el 75%) y normalmente se emplea el de color blanco.
Se utiliza un vino de calidad, joven, con aromas neutros, sabor suave y entre 11-12 grados de alcohol.
Se busca que el vino sea joven y con estructura porque posteriormente se le añadirá la mezcla de botánicos y alcohol macerado para que se impregne de todos los aromas y sabores característicos que tiene.
También se puede hacer con vino tinto, rosado e incluso con uvas blancas como moscatel y albariño.
Hierbas aromáticas
Las hierbas aromáticas aportan los sabores amargos y dulces, por lo que son la clave de su sabor.
Los vermuts españoles se diferencian de los franceses o italiano en la calidad de los sabores aromáticos y la fórmula de las hierbas utilizadas. El italiano destaca por su amargor y el francés por sus versiones más secas.
Cada marca tiene su propia fórmula para darle un sabor amargo y al mismo tiempo aromático y como es imprescindible que los sabores y aromas estén equilibrados, el contraste de unas hierbas con otras cumple un papel básico.
Estos botánicos se clasifican en: amargos (angélica, lúpulo, ruibarbo y quina), aromatizantes (anís estrellado japonés, cáscara de naranja, limón, pomelo, díctamo de Creta, romero, albahaca, hinojo, tomillo), amargo-aromatizantes (ajenjo, enebro, verónica, camedrio) y suavizantes (canela, azafrán, nuez moscada, vainilla, cardamomo).
Algunos vermuts emplean más de 100 ingredientes como: melisa, salvia, estragón, laurel, perifollo, manzanilla, clavo, algarroba, mejorana, cilantro, genciana, lavanda o flor de azahar.
La calidad de los botánicos, o si son frescos o secos, determinará en parte la personalidad de cada vermut, pues le conferirá un color, unos aromas y un sabor determinados.
Agua y alcohol
Todas las hierbas aromáticas se juntan para, a modo de infusión, sumergirlas en una solución hidroalcohólica de 50 grados con el objetivo de extraer todos los aromas. Esta solución hidroalcohólica es una mezcla de agua y alcohol.
Azúcar
El vermut más popular en España es el rojo. Para su elaboración, el vino neutro se endulza con azúcar natural, y dependiendo del estilo, se obtiene ese tono marrón caoba añadiendo al final una determinada cantidad de azúcar caramelizado, mosto concentrado o algún otro edulcorante natural.
Elaboración del vermut
El proceso tradicional de elaboración consiste en macerar vino con una infusión de más de 50 botánicos en las fórmulas clásicas (hierbas, raíces, flores y fruta) que se trituran y se mezclan con una solución hidroalcohólica de entre 40 y 50 grados y que después se dejan macerar en frío. Esta mezcla se deja macerar en barricas de vino o un recipiente llamado tamburo, el tiempo suficiente para que los aromas se ensamblen y el resultado resulte armonioso.
La mezcla resultante es el extracto líquido del vermut, que más tarde se filtra para eliminar todos los restos e impurezas.
A este extracto aromatizado se le añade el vino (proporción de un 25% de extracto y un 75% de vino) y el azúcar.
El producto final oscila entre los 15 y 23 grados de alcohol, y se le puede añadir caramelo para darle el color dorado o caoba y el dulzor característico de cada marca.
Finalmente, se somete al vermut a un nuevo filtrado y clarificado, se refrigera durante unas semanas para evitar la suspensión de partículas, y se procede al embotellado.
Hay tantos vermuts como mezcla de botánicos que cada enólogo utiliza, aunque la mayoría comparten una serie de ingredientes en común: ajenjo, genciana, canela, piel de naranja, cardamomo y vainilla.
Tipos de vermut
Rojo
En España es el más habitual. Es el tipo más dulce gracias al caramelo que se le añade en la elaboración, motivo, además, del color que presenta. El vermut rojo tiene un sabor menos amargo y seco que los demás tipos de vermut y se acentúan, aún más, las hierbas aromáticas y las especias.
Blanco
Es de procedencia francesa y su origen data del siglo XIX, cuando Joseph Noily creó un vermut muy parecido al vermut seco. Este tipo es dulce, debido a que en su elaboración se suprimen algunos botánicos amargos en favor de la vainilla y otros cítricos. Quizá esta sea una de las razones por las que es tan consumido a nivel mundial junto al seco.
Seco
El seco o dry vermouth es de origen francés y comparte bastantes similitudes con el blanco. Se emplea sobre todo para la elaboración de cócteles, aunque también se puede utilizar en la cocina. La principal diferencia con el vermut blanco es que es más amargo, de hecho, es el más amargo de los vermuts.
Rosado
El rosado se caracteriza por ser suave, delicado, ligero y sofisticado. Este tipo es más fresco que el resto, por lo que su consumo se dispara sobre todo en verano, aunque bien es cierto que su popularidad es reciente, y para muchos sigue siendo un vermut desconocido.
Sin alcohol
Nos da todo lo bueno que el vermut nos puede ofrecer, pero sin nada de alcohol. Es una excelente alternativa para aquellas personas que quieran disfrutar del vermut y no quieran tomar alcohol.
Tipos de vaso para vermut
El vermú debe ser servido en un vaso adecuado.
Hay varios tipos de vaso. Te hablamos sobre algunos de los principales tipos de vaso para vermut:
- Vaso de vermut clásico de 22cl. Es el típico vaso que puedes encontrar en las bodegas más castizas y en las vermuterías. Permite echar la cantidad justa para una degustación sin necesidad de hielos u otros aditivos, aunque tiene el tamaño perfecto para añadir un cubito y una aceituna.
- Copa clásica o Martini.
Tiene forma cónica, de cono invertido en forma de Y con un pie mediano o largo y con una boca con gran apertura.
Su capacidad oscila entre 150-200 ml. - Vaso corto de cerveza o café.
Es el tipo de vaso que te viene a la cabeza cuando piensas en una caña o en un café con leche en vaso. Normalmente, es corto y ancho nos da la posibilidad de añadir algún que otro hielo.
Beneficios del vermut
Al ser un vino, el vermut posee propiedades antioxidantes que ayudan a evitar la oxidación de las células, es decir, ayudan a evitar que las células se conviertan en cancerígenas y retardan el envejecimiento.
Además, las hierbas aromáticas como el ajenjo, utilizadas para elaborar el vermut tienen múltiples beneficios para la salud ayudando a combatir los problemas digestivos, aliviar el dolor e incluso mejorar la apetencia sexual.
Eso sí, no debes olvidar que el vermut es una bebida alcohólica, por lo que debemos controlar su consumo y beber siempre con responsabilidad.
- Abre el apetito y ayuda a limpiar el paladar tomándolo antes o después de las comidas.
- El vermut rojo ayuda a combatir el riesgo de cáncer.
- Previene enfermedades del corazón y aumenta los niveles de colesterol bueno.
- Según algunos estudios, el consumo de vermut a partir de cierta edad en los hombres, reduce drásticamente la probabilidad de contraer cáncer de próstata en un 50%.
Cómo tomar el vermut
Existen diferentes maneras de tomar el vermú. Lo más habitual es tomarlo en un vaso con hielo, con o sin una rodaja de limón, o en una copa, con una rodaja de naranja y una aceituna.
Otras formas de tomar el vermut es añadir un chorro de sifón o agua carbonatada, servirlo en vaso o copa pequeña con sifón como los “Marianitos” en el País Vasco.
Solo
Es la mejor opción para degustar el sabor del vermut y ser capaces de apreciar todos sus matices, hierbas aromáticas, especias o cítricos. Eso sí, siempre frío. Se recomienda tenerlo guardado en la nevera.
Con hielo
Es la manera más habitual de tomar vermú, ya que la mezcla resulta mucho más fresca, agradable y la percepción de alcohol en boca es menor.
Con cítricos
Los cítricos son un buen aliado del vermú, ya que aportan frescor y aroma a la mezcla. Añadirle una rodajita de limón o de naranja es un acierto. También se puede probar con otro tipo de cítricos como el pomelo para aportar un toque más amargo. Añadiendo mandarina, que tiene más presencia que la naranja, le darás al vermut más dulzor.
Con sifón
Es una de las maneras más clásicas de tomarlo. El sifón ayuda a refrescar la mezcla y rebajar la graduación alcohólica. Por lo que la percepción del alcohol en boca es mucho menor. Es recomendable para aquellas personas que está comenzando a probar el vermut.
Con gaseosa, soda o tónica
Al igual que sucede con el sifón, aportar una bebida gaseosa rebaja la graduación alcohólica, le da frescor y aporta dulzor a la mezcla. Otra opción es la soda, menos dulce que la gaseosa. Se ha puesto de moda tomar tónica con el vermut, vermut-tonic, y muchas marcas lo recomiendan mezclándolo a partes iguales. Con el vermú blanco es como mejor está.
Con Coca-cola
Más comúnmente conocido como Vermú Cola o Chispazo, que es como lo apodó una conocida marca de vermut italiano.
Con Ginger Ale
Otra manera de tomar el vermú es con Ginger Ale, una bebida gaseosa elaborada con jengibre, azúcar y limón. Puedes probar a mezclarlo con vermú rojo y una rodaja de pomelo.
Con Ginger Beer
Similar al anterior, pero en lugar de Ginger Ale, utilizar Ginger Beer, que tienes más presencia de jengibre y es un poco más dulce. Que el nombre no te lleve a engaño, no estamos hablando de cerveza sino de un refresco. Pruébalo como copa de noche combinándolo con vermut rojo y un gajo de mandarina.
Mezclado en coctelería
Hay una gran variedad de cócteles elaborados con todo tipo de vermut. Su versatilidad da mucho juego y ofrece muchas posibilidades en el mundo de la coctelería. Existen desde los cócteles más básicos como el Manhattan, el Negroni o el Dry Martini hasta cócteles clásicos españoles y de autor como la Media Combinación y el Marianito.
Con cerveza negra
Siempre con un vermut rojo y una cerveza negra tipo Stout.
Aperitivos para tomar con el vermut
Patatas fritas y bravas
Las patatas siempre son una buena opción, tanto chips como bravas.
Las patatas fritas, gracias a su crujiente y sabrosa presentación, gustan a todo el mundo.
Puedes añadir a tus chips mejillones, boquerones o anchoas.
Frutos secos
Los frutos secos como almendras, cacahuetes o avellanas son una gran elección, ya que combinan perfectamente con el vermut.
Mejillones en escabeche
Un clásico que no puede faltar. Combina a la perfección con una buena copa de vermut dulce.
Ensaladilla rusa
Es un aperitivo frío que puede acompañar perfectamente a cualquier trago en la hora del vermú.
Aceitunas
Las más recomendadas para acompañar al vermú son las clásicas de manzanilla o rellenas de anchoa.
Boquerones en vinagre
Se pueden comer solos o colocados encima de unas chips, para darles a estas un toque más intenso y convertirlas en un aperitivo especial.
Banderillas o gildas
Las banderillas son otro clásico que no puede faltar cuando hablamos de aperitivos que van bien con el vermú.
Berberechos
Suelen comerse con la salsa propia en la que van enlatados, que queda deliciosa también con patatas fritas.
Y hasta aquí nuestra entrada.
Esperamos que te haya sido de utilidad y ahora sepas más sobre el vermut.
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